Tecnologias de la Información y Comunicación y el Tercer Sector.
Contribución de las TIC al desarrollo de las organizaciones no lucrativas.
Eje temático A.
Política y cambio social:
A-6. Las TIC y la cooperación al desarrollo: después de la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información:
martes, diciembre 12, 2006
lunes, diciembre 04, 2006
Comunicación en el III Congreso Obs. Cibersociedad
Information and Communication Technologies and the Third Sector.
Contribution from ICT to the development of Nonprofit Organizations:
http://www.cibersociedad.net/congres2006/gts/comunicacio.php?id=338&llengua=ga
Artículo leído: 247 veces.
Artículo recomendado: 4 veces.
Contribution from ICT to the development of Nonprofit Organizations:
http://www.cibersociedad.net/congres2006/gts/comunicacio.php?id=338&llengua=ga
Artículo leído: 247 veces.
Artículo recomendado: 4 veces.
viernes, octubre 20, 2006
Las Tecnologías de la Información y Comunicación y el Tercer Sector
Tema de investigación / Research Subject
http://www.cibersociedad.net/congreso/comms/g18maldonado.htm
Perfil / Profile
http://www.infonomia.com/directorio/ficha.php?id=3893
Web del Programa de Doctorado / PHP Web Site
http://doctorat.e-gim.net
http://www.cibersociedad.net/congreso/comms/g18maldonado.htm
Perfil / Profile
http://www.infonomia.com/directorio/ficha.php?id=3893
Web del Programa de Doctorado / PHP Web Site
http://doctorat.e-gim.net
Educación, nuevas tecnologías y desarrollo humano sostenible - publicado en IIGOV
Artículo publicado en el Instituto Internacional de Gobernabilidad. DHIAL - Desarrollo Humano e Institucional en América Latina:
Foro de debate realizado: 'Educación, NNTT y desarrollo humano'
Foro del Grupo de Trabajo 18: Las TIC y su influencia en la educación (Congreso del Observatorio para la CiberSociedad):
http://www.cibersociedad.net/congreso/foros/g18/g18_j.htm
http://www.cibersociedad.net/congreso/foros/g18/g18_j.htm
Artículo publicado: MOVILIDAD DEL TRABAJO
MOVILIDAD DEL TRABAJO
¿El trabajo al alcance de un clic?
Por Valtencir Maldonado Mendes
(se puede consultar el artículo en la página del CEDAL)
El desarrollo de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones está favoreciendo y facilitando la implantación del trabajo a distancia. El teletrabajo es ya una realidad y no un proyecto en algunas zonas del Planeta y quizá, con políticas y estrategias bien definidas, también puede llegar a ser una herramienta para el desarrollo humano en zonas marginadas.
En España hay más de 500.000 teletrabajadores, en los Estados Unidos hay unos 7,5 millones. La Unión Europea calcula que actualmente hay más de 10 millones de teletrabajadores entre sus fronteras. Este desplazamiento hacia el hogar de la actividad realizada tradicionalmente en las empresas, puede significar una verdadera revolución laboral, pero como todo lo novedoso, las dudas son casi tantas como las expectativas que genera.
La Comunidad Europea define el teletrabajo como: «Todas aquellas actividades profesionales realizadas lejos de un centro de producción o de un centro de servicios, que utilizan las técnicas modernas de Telecomunicación y de tratamiento de la información y generan un valor agregado económico». Un teletrabajador es un empleado (fijo u ocasional) que, utilizando un ordenador, un teléfono, un fax, o una combinación de estos elementos, realiza trabajo y se comunica con los cotrabajadores desde fuera de la oficina.
Entre los avances que conlleva el teletrabajo, hay que destacar el ahorro de tiempo, de dinero, de combustible y de energía, así como la reducción de la contaminación. También supone un ahorro en cuanto al espacio en las oficinas. A gran escala, favorece la descongestión vehicular de las ciudades y reduce las bajas por enfermedad. Facilita la incorporación laboral de personas con discapacidad física, y contribuye a la descentralización y a evitar la despoblación de zonas rurales. Aumenta la calidad de vida y ofrece nuevas oportunidades de trabajo, incluso para personas alejadas de los grandes centros urbanos, brindando nuevas posibilidades para el desarrollo de zonas marginadas.
Con la revolución industrial, el hombre fue arrancado de su hogar y de sus comunidades más próximas. El teletrabajo puede recuperar ámbitos de relación más comunales. Ante la pérdida de los lazos con los compañeros de trabajo, se supone que esta nueva modalidad de trabajo libera más tiempo para relacionarse con la propia familia, con los vecinos y con los amigos.
Pero naturalmente no todo son beneficios. El teletrabajo implica la pérdida de los vínculos entre los trabajadores y de los espacios de trabajo en equipo. Aumenta el riesgo de despidos de empleados antiguos y la creación de puestos de trabajo precarios. También anula las asociaciones sindicales y, en el hogar, aumenta los costos de comunicación (teléfono, Internet, fax), puede generar tensiones antes inexistentes y puede afectar la convivencia por la confusión en el uso de los espacios.
Si analizamos esta nueva modalidad laboral, encontramos diversos tipos de teletrabajadores: los «free lance», que trabajan por su cuenta para más de una empresa, y los que trabajan para una sola empresa. Eso hace que uno considere que los teletrabajadores genuinos son los que llevan el ordenador portátil bajo el brazo y están en contacto permanente con el centro de trabajo. También se les denomina teletrabajadores nómadas o móviles que realizan sus labores desde telecentros, desde estaciones alejadas de la sede empresarial o, lo más usual, desde el hogar.
En definitiva, la novedad práctica que aporta el teletrabajo no conlleva necesariamente una ruptura con los sistemas de trabajo actuales, sólo es un cambio de perspectiva: hacer llegar el trabajo al teletrabajador, en lugar de hacer ir el trabajador al trabajo.
Esta visión supone un cambio a nivel cultural. Hasta ahora el lugar de trabajo era un espacio de comunicación, de relación, de gratificación y reconocimiento social e, incluso, un centro de poder personal. Por tanto, la irrupción del teletrabajo no sólo implicará una transformación de la cultura empresarial, sino también del rol que el trabajo jugaba en la subjetividad de los trabajadores.
En suma, si bien el teletrabajo abre nuevas perspectivas al mundo de lo laboral, también traspasa al trabajador la responsabilidad de mantener su plaza de trabajo y su nivel de ingresos. Aún es muy pronto para saber con certeza los resultados de esta transformación social, lo cierto es que una vez más, las nuevas tecnologías proponen desafíos a las sociedades. Habrá que estar atentos para ver cómo se las arreglan ante este nuevo desafío.
. Algunas Web de interés:
Página de la Unión Europea (en varios idiomas) con una Lista de documentos relacionados con el teletrabajo y la sociedad del conocimiento.
Libro Verde de la Unión Europea (en castellano) «Vivir y trabajar en la sociedad de la información: prioridad a la dimensión humana».
Artículo «Teletrabajo: ¿Espejismo presente o realidad futura?», del Analista Oscar del Álamo, publicado en el Instituto Internacional de Gobernabilidad.
DeTeletrabajo.com es un boletín electrónico semanal relacionado con el tema.
«Trabajar en la sociedad de la información», referencia al libro de Jack Nilles que está considerado como el padre del teletrabajo tras su investigación en la Universidad de California del Sur en los años 70.
Servicio de Listas de Distribución de RedIRIS. Archivos de TELETRABAJO@LISTSERV.REDIRIS.ES de la red académica y de investigación de España.
Revista de la AAT – Asociación Argentina de Teletrabajo.
----------
Publicado en:
el ObservatorioDigital,
Revista Interacción-CEDAL (http://interaccion.cedal.org.co/documentacion.htm?x=22287&cmd%5B126%5D=c-1-%2733%27) y en el Portal Terra.
Citado en el trabajo de la UAM: www.uam.es/personal_pdi/economicas/tsanz/amb/lecturas.rtf
¿El trabajo al alcance de un clic?
Por Valtencir Maldonado Mendes
(se puede consultar el artículo en la página del CEDAL)
El desarrollo de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones está favoreciendo y facilitando la implantación del trabajo a distancia. El teletrabajo es ya una realidad y no un proyecto en algunas zonas del Planeta y quizá, con políticas y estrategias bien definidas, también puede llegar a ser una herramienta para el desarrollo humano en zonas marginadas.
En España hay más de 500.000 teletrabajadores, en los Estados Unidos hay unos 7,5 millones. La Unión Europea calcula que actualmente hay más de 10 millones de teletrabajadores entre sus fronteras. Este desplazamiento hacia el hogar de la actividad realizada tradicionalmente en las empresas, puede significar una verdadera revolución laboral, pero como todo lo novedoso, las dudas son casi tantas como las expectativas que genera.
La Comunidad Europea define el teletrabajo como: «Todas aquellas actividades profesionales realizadas lejos de un centro de producción o de un centro de servicios, que utilizan las técnicas modernas de Telecomunicación y de tratamiento de la información y generan un valor agregado económico». Un teletrabajador es un empleado (fijo u ocasional) que, utilizando un ordenador, un teléfono, un fax, o una combinación de estos elementos, realiza trabajo y se comunica con los cotrabajadores desde fuera de la oficina.
Entre los avances que conlleva el teletrabajo, hay que destacar el ahorro de tiempo, de dinero, de combustible y de energía, así como la reducción de la contaminación. También supone un ahorro en cuanto al espacio en las oficinas. A gran escala, favorece la descongestión vehicular de las ciudades y reduce las bajas por enfermedad. Facilita la incorporación laboral de personas con discapacidad física, y contribuye a la descentralización y a evitar la despoblación de zonas rurales. Aumenta la calidad de vida y ofrece nuevas oportunidades de trabajo, incluso para personas alejadas de los grandes centros urbanos, brindando nuevas posibilidades para el desarrollo de zonas marginadas.
Con la revolución industrial, el hombre fue arrancado de su hogar y de sus comunidades más próximas. El teletrabajo puede recuperar ámbitos de relación más comunales. Ante la pérdida de los lazos con los compañeros de trabajo, se supone que esta nueva modalidad de trabajo libera más tiempo para relacionarse con la propia familia, con los vecinos y con los amigos.
Pero naturalmente no todo son beneficios. El teletrabajo implica la pérdida de los vínculos entre los trabajadores y de los espacios de trabajo en equipo. Aumenta el riesgo de despidos de empleados antiguos y la creación de puestos de trabajo precarios. También anula las asociaciones sindicales y, en el hogar, aumenta los costos de comunicación (teléfono, Internet, fax), puede generar tensiones antes inexistentes y puede afectar la convivencia por la confusión en el uso de los espacios.
Si analizamos esta nueva modalidad laboral, encontramos diversos tipos de teletrabajadores: los «free lance», que trabajan por su cuenta para más de una empresa, y los que trabajan para una sola empresa. Eso hace que uno considere que los teletrabajadores genuinos son los que llevan el ordenador portátil bajo el brazo y están en contacto permanente con el centro de trabajo. También se les denomina teletrabajadores nómadas o móviles que realizan sus labores desde telecentros, desde estaciones alejadas de la sede empresarial o, lo más usual, desde el hogar.
En definitiva, la novedad práctica que aporta el teletrabajo no conlleva necesariamente una ruptura con los sistemas de trabajo actuales, sólo es un cambio de perspectiva: hacer llegar el trabajo al teletrabajador, en lugar de hacer ir el trabajador al trabajo.
Esta visión supone un cambio a nivel cultural. Hasta ahora el lugar de trabajo era un espacio de comunicación, de relación, de gratificación y reconocimiento social e, incluso, un centro de poder personal. Por tanto, la irrupción del teletrabajo no sólo implicará una transformación de la cultura empresarial, sino también del rol que el trabajo jugaba en la subjetividad de los trabajadores.
En suma, si bien el teletrabajo abre nuevas perspectivas al mundo de lo laboral, también traspasa al trabajador la responsabilidad de mantener su plaza de trabajo y su nivel de ingresos. Aún es muy pronto para saber con certeza los resultados de esta transformación social, lo cierto es que una vez más, las nuevas tecnologías proponen desafíos a las sociedades. Habrá que estar atentos para ver cómo se las arreglan ante este nuevo desafío.
. Algunas Web de interés:
Página de la Unión Europea (en varios idiomas) con una Lista de documentos relacionados con el teletrabajo y la sociedad del conocimiento.
Libro Verde de la Unión Europea (en castellano) «Vivir y trabajar en la sociedad de la información: prioridad a la dimensión humana».
Artículo «Teletrabajo: ¿Espejismo presente o realidad futura?», del Analista Oscar del Álamo, publicado en el Instituto Internacional de Gobernabilidad.
DeTeletrabajo.com es un boletín electrónico semanal relacionado con el tema.
«Trabajar en la sociedad de la información», referencia al libro de Jack Nilles que está considerado como el padre del teletrabajo tras su investigación en la Universidad de California del Sur en los años 70.
Servicio de Listas de Distribución de RedIRIS. Archivos de TELETRABAJO@LISTSERV.REDIRIS.ES de la red académica y de investigación de España.
Revista de la AAT – Asociación Argentina de Teletrabajo.
----------
Publicado en:
el ObservatorioDigital,
Revista Interacción-CEDAL (http://interaccion.cedal.org.co/documentacion.htm?x=22287&cmd%5B126%5D=c-1-%2733%27) y en el Portal Terra.
Citado en el trabajo de la UAM: www.uam.es/personal_pdi/economicas/tsanz/amb/lecturas.rtf
Conferencia: La movilidad del trabajo
La movilidad del trabajo
El desarrollo de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones está favoreciendo y facilitando la implantación del trabajo a distancia, denominado también teletrabajo (leer +)
El desarrollo de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones está favoreciendo y facilitando la implantación del trabajo a distancia, denominado también teletrabajo (leer +)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)